Desde la Junta de Gobierno del Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales de Tarragona, queremos expresar nuestra satisfacción por haber entrado en la Fase 2 y estar a las puertas de la Fase 3 de la desescalada de la pandemia, y creemos que es el momento, en primer lugar expresar nuestro sentimiento por los miles de vidas que el Covidien-19 se ha llevado; así como manifestar nuestra solidaridad con los familiares que han sufrido la angustia y tristeza de no poderse despedir de ellos.
A los que todavía sufren las consecuencias, desearles una pronta recuperación; y finalmente alentar a todos a seguir las recomendaciones de las autoridades sanitarias para poder volver a la normalidad lo antes posible.
Igualmente hay que hacer un reconocimiento a todas las personas y profesionales que, poniendo en riesgo su integridad y la de sus familias, están luchando para salvar la vida de tanta y tanta gente. Es admirable su disciplina, coraje y determinación y desde aquí queremos expresarles nuestro agradecimiento y admiración. Como también para todas aquellas personas que con su actividad discreta pero eficiente están consiguiendo que los servicios básicos de la población estén garantizados. Y desear que la gente de ciencia e investigación encuentren lo antes posible los más efectivos remedios para combatir esta pandemia, sus secuelas y su prevención.
Expresábamos antes nuestro deseo de volver a la normalidad. Sabemos que no será sencillo y que, posiblemente, nada vuelva a ser el mismo; pero como sociedad estamos obligados a invertir todos nuestros esfuerzos en tratar de implantar inmediatamente mecanismos que aseguren que todos vean cubiertas sus necesidades vitales, garantizando así el progreso de todos.
Pero si algo hemos aprendido, es que los medios informáticos de que disponemos nos permiten la comunicación rápida y fluida, a pesar de la distancia. Ingenieros Tarragona ya en el año 2008, diseñamos nuestro propio sistema de Visado Telemático, y esto, junto con las videoconferencias, va implicando un aumento de la productividad de nuestros colegiados.
El segundo reto es el escenario de la recuperación económica. Nuestra disciplina y nuestros profesionales siempre han sido socialmente comprometidos en este propósito, y obviamente no será ahora, cuando más falta hace, que todo el mundo aporte lo mejor de sí mismo, que vamos a renunciar a jugar un papel fundamental en este objetivo. El esfuerzo, la dedicación y la perseverancia estarán todas, pero hay que esta determinación venga acompaña de herramientas complementarias que, no sólo lo hagan posible, sino que lo faciliten.
Ahora tenemos la oportunidad de que, desde nuestras Administraciones, se facilite la gestión y s'empatitzi con quien la pide. La primera de las medidas debe ser necesariamente agilizar los procedimientos y la gestión administrativa en las tramitaciones. Es posible garantizar el cumplimiento y control de la legalidad simplificando procesos sin que se pierda un ápice de seguridad, ni la fiscalización en pierda la eficacia. Un buen ejemplo es el anuncio del Consejero de Territorio y Sostenibilidad, Damià Calvet, de aprobar una Ley para agilizar los trámites urbanísticos y ambientales, afirmando que la situación requiere una simplificación de trámites, pero no de contenidos. Y que nosotros le damos el total apoyo.
Es indispensable encontrar este comportamiento en una nueva etapa del compromiso social; y las Administraciones, especialmente las locales, tienen la clave. Para hacer frente al retorno de la actividad económica hay que facilitar la inmediatez de la puesta en marcha de los expedientes en trámite. Es de esperar que este hecho sea uno de los objetivos prioritarios de las Administraciones durante este largo periodo de parálisis económica.
Y en este mismo sentido, hay que dar amparo legal a este insoslayable reto de futuro; por eso es también imprescindible arbitrar los mecanismos legales que impidan dilatar la tramitación de expedientes, que son vitales para garantizar la recuperación. Este escenario telemático que involuntariamente ha emergido, entendemos que debe ser la solución para acelerar los trámites, y que la Administración aplique el mismo tiempo de respuesta que el administrado tiene para con ella.
Es ahora, pues, el momento de que las Administraciones sean ejemplo de este esfuerzo y dedicación, no sólo de recursos económicos, sino la necesidad de que asuman de una vez por todas que su papel es ofrecer al ciudadano la colaboración en la solución de los problemas planteados y que entre todos tenemos que resolver.
Estamos convencidos de que con la responsabilidad de todos recuperar la normalidad es posible, siempre que se garantice la agilidad, la sostenibilidad, el progreso y el equilibrio social.
Nosotros estaremos, reclamamos que las Administraciones también estén.
Anton Escarré Decano Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales de Tarragona
Tarragona, 26 de mayo de 2020