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Las Black Girls CODE, un proyecto de entrenamiento para chicas afroamericanas.

Kimberly Bryant nació y creció en Memphis, Tennesse (EEUU) y desde niña ya tenía un cierto interés por las matemáticas y las ciencias y, aunque a menudo era una minoría en las clases, continuó desarrollando sus capacidades en ámbito. Tanto fue en cuanto estudió Matemáticas e Ingeniería Eléctrica en la Universidad de Vanderbilt, donde fue Alma mater.

A lo largo de su vida profesional, Bryant ha trabajado en diferentes corporaciones de electrónica, biotecnología y, más tarde, incluso en compañías farmacéuticas; pero, sin duda alguna, su gran proyecto llegaría en 2011 junto a su hija, Kai.

A Kai, al igual que a su madre, también le mueve el interés por las matemáticas y las ciencias de la computación. Cuando Kimberly Bryant notó este interés en su hija hacia la programación informática y vio que no había ninguna oferta de cursos de programación para niñas afroamericanas -la mayoría de los cursos iban dirigidos a chicos-, decidió emprender el proyecto Black Girls CODE. Tras su experiencia a la vez que trabajaba y estudiaba, Bryant quería que su hija tuviera mejores oportunidades, así que en 2011 fundó la organización sin ánimo de lucro para empoderar a las niñas afroamericanas a desarrollar mejores competencias en el ámbito y darles la oportunidad de crecer en él. Dicho de otra forma, es una forma de abrir la puerta de entrada de las STEM a las minorías.

Sin ir más lejos, en 2013 Business Insider la catalogó dentro de "Las 25 Personas Afroamericanas más Influentes en la Tecnología" (25 Most Influential Afro-Americans in Technology). También en ese año la Casa Blanca de Washington la nombró como Ganadora del Cambio por la Inclusión Tecnológica. Y el pasado mes de febrero de ese mismo año, la National Society of Black Physicists la homenajeó como fundadora de Black Girls CODE.

Sin duda, Kimberly Bryant es una referente para las niñas de todo el mundo, especialmente para las afroamericanas que, al igual que Rosa Parks, cree en un mundo mejor para todas y todos.

Fuente: El diario feminista. Periodista: Montse Cecilia