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¿Quieres incrementar la productividad de tu empresa? Conviértela en (más) saludable

¿Qué define a una empresa saludable?

La OMS impulsa desde 2007 el concepto de empresa saludable, aquellas que se preocupan por mejorar de forma activa y continua la salud de sus trabajadores, haciendo más saludable tanto el ámbito del trabajo como los hábitos de sus empleados dentro y fuera de entorno laboral, lo que repercute en el éxito de la empresa.

Este nuevo modelo de empresa enseña a los empleados a gestionar el estrés, las emociones, a mejorar el clima laboral, prevenir lesiones y pensar y actuar de forma saludable para conseguir mayor rendimiento.

Las empresas saludables actúan sobre cuatro áreas principales: la salud, el bienestar, la seguridad y la sostenibilidad.

¿Por qué ha surgido el modelo de empresa saludable?

Ante la problemática del presentismo y el absentismo, este modelo empresarial busca hacernos actuar y dar importancia al activo más importante de cualquier organización: sus empleados.

Según el Instituto Nacional de Estadística, el 59 por ciento de los trabajadores españoles sufre estrés en el trabajo, en un momento u otro.

El modelo de empresa saludable ha emergido, pues, por apostar por la salud, la seguridad y el bienestar de los trabajadores, aspectos que son de fundamental importancia para los trabajadores y sus familias, y también para la productividad, la competitividad y la sostenibilidad empresas y economías.

¿Cuáles son los beneficios de la empresa saludable?

Una empresa saludable no se centra exclusivamente en el ambiente físico de la sede empresarial y la seguridad laboral o en la prevención de riesgos y accidentes de trabajo; también incluye aspectos relacionados con los hábitos de salud, los factores psicosociales y psicológicos, además del desarrollo de un entorno sostenible que garantice la diversidad y la inclusión.

Dedicar esfuerzos por implementar un modelo de empresa saludable genera beneficios relevantes y permite desarrollar una potente estrategia de diferenciación.

  • Asegura la prevención de riesgos. Una empresa saludable, evidentemente, prioriza la salud de los trabajadores, apoyándose en herramientas y estrategias que garantizan la prevención de riesgos tanto físicos como psicosociales a través de la promoción de hábitos saludables dentro de un clima laboral positivo.
  • Los entornos saludables y seguros reducen la accidentalidad laboral y enfermedades profesionales.
  • Mejora de la imagen y atracción de talento. Las estrategias que adopta y planifica una empresa saludable mejoran la imagen corporativa, puesto que procura mantener un ambiente óptimo y condiciones de trabajo sanas.
  • Fomenta la implicación. Los trabajadores de una empresa saludable se sienten cuidados y protegidos; esto promueve la motivación laboral, el sentido de pertenencia y la participación activa en los proyectos de la empresa, el flujo de nuevas ideas y la consecución de los objetivos.
  • Más productividad. Aumentar la implicación y participación activa de los empleados en un entorno saludable, incrementa también los niveles de productividad y el rendimiento en la empresa. Los resultados serán positivos y relevantes, con mayor aprovechamiento de los recursos.
  • Reduce los conflictos entre equipos y profesionales. Cuando un equipo se desarrolla dentro de un ambiente laboral saludable sabe cómo gestionar las diferencias y tensiones.

El beneficio que genera este modelo de empresa saludable es evidente, tanto en lo que se refiere al desarrollo individual como en el rendimiento de los proyectos y el crecimiento empresarial. Pero es importante reconocer que llegar a ser una empresa saludable supone un esfuerzo combinado del equipo de trabajo y sus directivos, junto a una inversión que garantice un entorno sano y seguro.

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