Todos aquellos empleados que hayan obtenido en el ejercicio 2015 más de 22.000 euros de retribución bruta anual, están obligados a presentar la declaración de la renta.
En el supuesto de haber más de un pagador (por ejemplo si trabajan en régimen de pluriempleo) el límite de ingresos para tener que declarar es de 12.000 euros. Ahora bien, si la suma de ingresos procedentes del segundo y restantes pagadores es igual o inferior a 1.500 euros, sólo será necesario declarar si el total de ingresos percibidos es superior a 22.000 euros.
Pese a no estar obligado a declarar, siempre conviene revisarlo por si se puede aplicar alguna deducción (piel alquiler de la vivienda, por ejemplo) y resulte la declaración a devolver.
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