Este año se celebran los 35 años de la Convención de Viena y de la protección de la capa de ozono a nivel mundial. Con la pandemia de Covidien-19 siempre en mente, se pone de manifiesto una vez más que hay que trabajar para proteger el planeta si queremos evitar desequilibrios que generen problemas a nivel mundial.
En los años 80 existían en el mercado numerosos productos de uso común que contenían sustancias muy dañinas para el ozono. Los más conocidas son los CFC (clorofluorocarbonos) y los HCFC (hidroclorofluorocarbonos).
En 1985 la comunidad internacional hizo un esfuerzo para acabar con estos productos químicos que ponían en peligro la vida en la Tierra. Este esfuerzo se materializó en el Convenio de Viena sobre la protección de la capa de ozono.
En 1987, se redactó el Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono. Más de 100 sustancias químicas nocivas se empezaron a controlar para ir eliminando su producción y consumo.
El protocolo de Montreal ha sido el acuerdo internacional más exitoso hasta la fecha, ya que todos los calendarios para la eliminación de estas sustancias se han cumplido, incluso antes de lo previsto en muchos casos.
Un esfuerzo internacional conjunto ha permitido la eliminación y reducción del uso de estas sustancias que agotaban la capa de ozono y en la actualidad se ha reducido considerablemente la radiación ultravioleta del sol que llega a la Tierra protegiendo la salud humana y los ecosistemas
La fórmula química del ozono es O3. El ozono se encuentra en su mayor parte en la parte superior de la atmósfera
El ozono de la estratosfera se encarga, entre otras cosas, de absorber gran parte de la radiación ultravioleta del Sol que es perjudicial para la vida. Por ello es fundamental preservar esta capa de ozono. Hay un ozono que se considera nocivo y es el que se encuentra en exceso en la superficie de la Tierra y que es perjudicial para los seres
La capa de ozono es una franja de gas muy frágil que protege la vida en el planeta de los efectos nocivos de los rayos solares y que está en peligro por el uso que se hizo durante años de determinados productos químicos.
Entre las sustancias que alteran la capa de ozono destacan el cloro y el bromo. Estos productos han tenido un uso generalizado por lo que su erradicación es una tarea complicada. Se encuentran en gases refrigerantes, propelentes de aerosoles, espumas de poliuretano, extintores de incendio, agentes fumiguicides, etc. utilizados masivamente a partir de mitad del s. XX.
Algunos consejos para ayudar a proteger la capa de ozono son:
- Evita la compra y consumo de aerosoles o sprays con gases clorofluorocarbonos
- Evita el uso de extintores que contengan halones, sustancia muy agresiva para la capa de ozono.
- Controla que el material aislante que compras no contenga (CFC), en su lugar puedes utilizar corcho aglomerado oscuro, que cumple la misma función y no contamina el medio ambiente.
- Realiza un buen mantenimiento de los aires acondicionados, ya que su mal funcionamiento provoca fugas de CFC a la atmósfera.
- Llama a un técnico si notas que el congelador no trabaja como es debido, ya que puede tener fugas. Lo mismo ocurre con el aire acondicionado en los automóviles.
- Compra electrodomésticos para el hogar y bombillas de bajo consumo. Además de contaminar menos, ahorrarás en tu factura eléctrica.
Se espera que el ozono se recupere completamente en el hemisferio norte para el año 2030.
Mientras en el hemisferio sur la recuperación completa llegará en 2050. Y diez años después en las regiones polares.